lunes, 3 de octubre de 2011

Y disfruto vivirla Una vez más. (Capítulo I)

   Buscando una razón para sentir que todo iba bien, emprendió un viaje de valor, de esos que se emprenden normalmente los fines de semana con el mejor invento del Lucifer, "Valor en Líquido" pues sin duda alguna a todas esa botellas que adornan hermosamente los estantes de esos lugares donde esto se consigue no puede describírseles de otra manera, más que como el perfecto delirante que atrofia y difumina la Línea entre lo debido y lo necesario, lo que no es otra cosa que lo conocido como Valor.

   Trochando el camino como lo hacen los llaneros en caballo, todavía la bebida no hace lo que se le ha encomendado, apresura el paso pues recuerdo es molesto, deprimente y le da esa sensación de impotencia crónica, lo que en una expresión muy coloquial de mi país y muy común se entiende como "Mierda que ARRECHERA" y según la ubicación geográfica posiblemente también "MALDITASEA" ... Con el paso apresurado por la presión de la incertidumbre y la imaginación, lo que ve en esa mesa es un vaso vacío al lado de uno que ya se lleno. Con orden y detenimiento recuerda la causa de su repentino mareo, cabello de ángel, sonrisa de celestes cielos, labios tentadores como lo prohibido y un cuerpo bendito que aunque no fue esculpido por dios y si parido como todos los demás, tiene lo que a todos los demás nos hubiese gustado que dios nos diera. En resumen no es un ángel ni un sueño, pero de que es un ser divino ¡no hay duda alguna! ... ¡DIOS MÍO! ¿Y AHORA QUE HAGO? exclama con una mezcla de miedo, inseguridad e impotencia, y bien dice el dicho "pedirle a dios es pedir prestado, difícilmente te presten y más aun difícil devolver lo que le han dado" acotando de que nunca he escuchado tal dicho, simplemente salió.

   Después de su desesperada búsqueda de ayuda espiritual, llega una luz, un sentimiento alegre, enérgico y hasta entretenido, pero no, no ha sido dios todo poderoso quien ha intercedido, son los tragos que han comenzado a cumplir con lo que se les ha pedido. Esta alegría se afinca en una música muy vigorizante, algo hermoso que llega al pasar la puerta del recinto, y la ausencia de compañía en dicho ser.

  No hay engaño más grande el mundo que el engaño a uno solo, y cuando ese "uno solo" eres ¡TU! Y esto se debe a que JAMAS podrías engañarte sin primero saber la verdad, y justo cuando piensas que puedes hacerla a un lado, es cuando caes en la eterna reflexión de que lo que realmente se sabe, JAMAS se olvida, y para postre, también aprenderás que olvidar no es más que una de las tantas palabras del diccionario que hablan de algo que no existe en nuestro mundo.

  Pero para la mayoría, la mente es algo que no dominamos y para nuestro personaje esto no es la excepción, pues ya con mucho valor, y sin recuerdos tormentosos se dirige a a hacer compañía a quien desde hace pocos minutos es simplemente todo lo que veía. Con un toque de misterio en mirada, solo le ve acercarse y decir
-Buenas... ¿Le ayudo? - A lo cual responde
-déjame hacerte compañía sino es molestia, y muy buenas noches, se le ve muy elegante.
-muchas gracias - responde con mejillas sonrojadas
-cuál es tu nombre
-no veo la necesidad de identificarnos
-¿ah no? ¿Te molesta explicarme porque?
-es simple, ¿Esperas a alguien?
-no
-entonces dime ¿que buscas en un lugar concurrido? lleno de personas que toman alcohol cuya mente se desplaza fuera de lo que se debe y se esparce en el ambiente de lo que se quiere y desea, y lo responderé por ti, soledad no es precisamente lo que buscas, aunque era la respuesta que preparabas para mi, vienes aquí a buscar una razón sea cual sea que te haga salir de este lugar mejor de lo que entraste - después de todo esta sorprendente y veloz conclusión, le responden diciendo
-y siendo tan inteligente como para concluir todo eso tan cierto de manera tan rápida, cuéntame tu ¿Qué esperas acercándote a mi? Una reconfortante compañía que te devele una cura temporal de tu depresión con una noche de sexo casual que te haga sentir en compañía, aunque al terminar e irme te des cuenta que siempre y aun a mi lado estuviste y estas sin nadie. Porque de ser así, viniste a la mesa equivocada. - con la evidente expresión perpleja y con la jugada barajada en su contra decide tomar asiento y responde
-que sea la noche quien diga si era o no la mesa equivocada, ¿Le parece?
-me parece excelente - respondió con firmeza y con sonrisas mordidas.

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